Se trata de un ducto que tendría 1.400 kilómetros que uniría la zona de Vaca Muerta con el sur de Brasil y costaría cerca de u$s5000 millones

El Gobierno reflota la construcción de un mega gasoducto

Mientras a nivel doméstico, las puertas para la compra de divisas extranjeras por parte de la sociedad se cierran cada vez más, el Gobierno acelera conversaciones con bancos internacionales que le permitan financiar una mega obra energética valuada en casi u$s5000 millones.

Se trata del desarrollo de un nuevo gasoducto que permita unificar las necesidades energéticas de Argentina y Brasil a partir de la producción de Vaca Muerta, a nivel local, y de la zona Pre-Sal en el país vecino.

En realidad, no se trata de una obra nueva sino de reflotar un proyecto del anterior gobierno de Mauricio Macri que planteaba licitar el diseño, la construcción y la prestación del servicio de transporte de gas natural, mediante un gasoducto cuya licencia se otorgará al adjudicatario a 35 años y prorrogable por otros 10.

En su momento, el plan preveía dos grandes etapas: la primera por un tramo de 590 kilómetros, desde la localidad neuquina de Tratayén hasta Salliqueló, desde donde el ducto se podía conectar con el sistema actual del sistema de transporte de Transportadora de Gas del Sur (TGS), para llegar al Gran Buenos Aires y al Litoral.

La segunda parte de la obra proponía extender desde las proximidades de Bahía Blanca hasta un punto del sistema de transporte de TGN próximo a la ciudad de San Nicolás, al norte bonaerense.

Ambas etapas sumaban un total de 1.100 kilómetros de gasoducto que iba a permitir la evacuación de la producción creciente de gas natural de Vaca Muerta y que iba a estar operativo en su primer tramo en el invierno de 2021 y toda su extensión en el 2022.
Avanzan las conversaciones con autoridades brasileñas.

Ahora, el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, y el flamante secretario de Energía local, Daniel Martínez, avanzan en las conversaciones con las autoridades brasileñas para reflotar el proyecto en el marco de las oportunidades de integración en el sector del petróleo y el gas de ambos países miembros del Mercosur.

En los últimos días hubo un encuentro vía Zoom del que participaron ambos funcionarios y las autoridades brasileñas en el que se analizó el avance de los planes para el desarrollo de este gasoducto.

También se compartió información sobre las matrices energéticas de Brasil y Argentina y de la implementación de mecanismos de integración que ya se venían negociando con la anterior gestión de Cambiemos.

De todos modos, el presidente Alberto Fernández le quiere dar un «toque propio» a la iniciativa para diferenciar la política energética actual de la anterior.

Con esta premisa, por ejemplo, se plantean cambios al gasoducto que tendría un trayecto de 2.400 kilómetros de extensión, de los cuales 1.430 recorrerían desde Neuquén hasta la frontera con la ciudad brasileña de Uruguayana, y otros 600 kilómetros desde allí hasta Porto Alegre para conectarse con la red de distribución de gas del sur brasileño. (…)
Fuente: iProfesional